nâo é por acaso Luis

nâo é por acaso Luis: (www.astormentas.com)
Poema ao acaso


segunda-feira, 16 de abril de 2018

O trío de Notre Dame May

Foto: EFE - https://www.lavozdegalicia.es/video/internacional/2018/04/14/miles-sirios-salen-calle-apoyar-bashar-al-assad/0031_2018045770327719001.htm

¿Para qué atacar Siria?

JOSÉ JULIO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ 
6/04/2018 07:30 H

Las ínfulas bélicas de los neocón que controlan el Gobierno estadounidense, unidas al errático pensamiento de su presidente Trump y a los intereses económicos de las grandes empresas, conforman un cóctel intervencionista muy preocupante. Este cóctel lo alimenta la extraña necesidad ética de ser gendarmes del mundo. Pero lo más sorprendente en apariencia es que, en un nuevo acto de seguidismo, el Reino Unido y Francia se hayan sumado a la operación de este fin de semana. Digo en apariencia porque las antiguas potencias coloniales de Oriente Medio siguen moviéndose por oscuros intereses en esa zona.

Estados Unidos ya ha atacado de manera directa al régimen de Bachar al Asad en varias ocasiones. Las más relevantes en abril del año pasado y este fin de semana, en ambos casos como respuesta a presuntas agresiones químicas gubernamentales. De todos modos, hay cosas que no encajan. Pensemos en el último ataque. La razón oficial del mismo semeja un mero pretexto (que a lo mejor se lo cree Trump, ojo). Por un lado, si se atacaron realmente depósitos de armas químicas, ahora habría nubes contaminantes, que no las hay. Y por otro, llama demasiado la atención que el ataque se produzca justo antes de que los expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) comenzaran sus trabajos para reunir pruebas del uso de armas químicas en Duma. Además, se insiste de forma intensa en que hay pruebas, pero no se muestran a la opinión pública, cuando ello puede hacerse sin delatar las fuentes de tales pruebas.

El estado del conflicto
Por ello nos aventuramos a esgrimir la que entendemos ha sido la razón principal del air strike: enviar al eje chií iraní un mensaje político, más que militar, que sirva también para que Trump-May-Macron aligeren sus urgencias internas. No olvidemos que los intereses económicos que nos presiden hacen que Occidente tenga en Arabia Saudí un estrecho aliado. Conviene tranquilizar a los Saud ante los avances de Irán. El eje saudí ha encontrado un inesperado aliado en Israel, país democrático, archienemigo de los persas y con el gatillo más ligero que los estadounidenses. No parece que se vaya a aceptar una zona de control chií desde Teherán hasta el Mediterráneo. Esta es la razón principal por la que EE.?UU. apoya a los kurdos del noreste sirio (defendiéndolos incluso de los mercenarios del Grupo Wagner). Y por eso Estados Unidos no apoyó a los mismos kurdos del YPG en el noroeste (Afrín) ni trató de persuadir a su incómodo aliado turco de que no ocupara ese cantón.

En todo caso, no debemos equivocarnos en cuanto a la naturaleza del ataque. No es un ataque legítimo porque no estaba autorizado por las Naciones Unidas. El que diga lo contrario trata de manipular a la opinión pública.

Comenzamos con los neocón de USA, y acabamos con ellos. Su falta de formación les impide saber que Al Asad es la única garantía hoy en día de la libertad religiosa en Siria. ¿No es esta libertad uno de sus leitmotiv? Los patriarcas cristianos de la zona han condenado ayer de manera muy dura estos ataques aéreos, que envalentonan al yihadismo. ¿Será un sueño el fin de este conflicto?

José Julio Fernández Rodríguez es director del Centro de Estudios de Seguridad (Ceseg) de la USC



En la guerra siria llueve sobre mojado
   
XOSÉ LUÍS BARREIRO RIVAS 
16/04/2018 07:37 H

La guerra de Irak también se inició tras una investigación, auspiciada por la ONU, en la que quedó probado que el arsenal químico de Sadam Huseín ponía en riesgo al mundo entero. Antes de bombardear Bagdad, nos mostraron las fábricas ambulantes que eran capaces de fabricar ántrax y fosgeno a partir de leche merengada y orina de camello. Y hasta el prestigioso general Colin Powell se atrevió a comparecer en la ONU, con un frasco de 4 cm3 de agua destilada, para informar de que aquel líquido incoloro era suficiente para escribir otro Apocalipsis en el metro de Nueva York. El balance final -después de cien mil muertos, cuatro millones de desplazados y un Estado aniquilado- se resume en que todo era mentira, y que solo había sido una disculpa para que George W. Bush no se fuese de la Casa Blanca sin una guerra con la que adornar su historia.

Los que bombardearon Siria en la madrugada del sábado eran estos mismos, a los que debemos creer que el Gobierno de Siria tiene capacidad para fabricar un gas de expansión controlada, que no deja rastros evidentes de su uso, con el que Al Asad invita a todos los halcones de Occidente a bombardear sus bases y arsenales. Y por eso proclamo que, no teniendo ningún argumento sólido para negar que Al Asad gaseó a su propia población, tampoco los tengo para creer que Trump es mejor que Bush, May mejor que Blair y Macron mejor que Aznar.

La defensa humanitaria de los sirios solo tiene dos caminos: parar la guerra, o acabarla. La utopía de pararla la impulsa el papa. Y la realpolitik de acabarla -con una interesada victoria- solo la defiende Putin. Los demás -o sea, los nuestros- solo intentan arbitrar la masacre para que la guerra no se acabe antes de picar toda la carne, mientras el tiempo y la destrucción juegan a favor de unos turbios intereses que ya se pueden adivinar detrás de la tercera carambola. Por eso debemos desenmascarar estas maniobras que -después de «salvar» a Afganistán, Libia e Irak- siguen insinuando que prolongar las guerras es más justo que ganarlas.

Decía Martí Baró, el jesuita asesinado con Ellacuría, que, aunque los sesenta y cinco años de guerra que sufrió El Salvador no generaron más muertos que el bombardeo de Dresde -que duró una noche-, sus efectos destructivos fueron mucho más graves, porque el tiempo durante el que un país se destroza, se deseduca, se emponzoña y se acostumbra a la violencia puede durar décadas, y sus efectos sociales, que no los materiales, se extienden a varias generaciones que viven una paz solo aparente. Pero Trump no leyó a Martí Baró, aunque su tesis, defendida en Madison, estaba escrita en inglés. Y por eso es probable que insista en salvar a los sirios a base de misiles que, en vez de ser lanzados para acabar la guerra, solo intentan prolongarla. Y nosotros seguiremos así, tan panchos. Porque, en los días que vive Occidente, hablar de sutilezas es lo mismo que llorar.

Comentarios

rfbu1023  -  AMES    HACE 4 HORAS.

Lo leo ... y no lo creo. Sí; en efecto, lo leo y no me lo creo: Un periodista honesto que, lejos de repetir las mismas consignas comunes que nos repiten todos los medios, se atreve a proclamar una evidencia, no ya de primero de periodismo si no de primero de sentido común:  El sin sentido de una agresión con armas químicas cuando la situación está ganada; sin sentido que se convierte en absurdo cuando la consecuencia de ésto es la intervención de EEUU. 
Enhorabuena, todavía queda algún periodista independiente que dice lo que opina a contra corriente y no trata a los lectores como seres mamipulables sin capacidad de análisis.


O carrabouxo - http://www.carrabouxo.es/2018/04/16/carra15-4-18/





Corbyn persiste en sus críticas a May y reitera que el ataque no tiene "base legal" - (LVG)



Comey tilda a Trump de mentiroso y machista y lo compara con un jefe de la mafia
El exdirector del FBI asegura que el presidente no está “moralmente” capaciado para el cargo

E/.-16.08.2018.14.56.-/-P/.-/_K/.- ( )/

1 comentário:


  1. Nuestros medios te explican el bombardeo a Siria

    Pascual Serrano

    Periodista
    17/04/2018

    "Vale la pena hacer un repaso a cómo nos han informado los medios sobre último el ataque de Estados Unidos, Francia y Reino Unido a Siria."
    ...
    "Como los medios rusos insisten en que el ataque a Douma es un montaje, los medios españoles reaccionan criticándoles. El 15 de abril el informativo noche de Tele5 afirma lo siguiente: “Adelantándose al dictamen de investigación internacional los medios rusos dicen que el ataque sirio en Duma fue un montaje”. La diferencia con respecto a nuestros medios, que también se adelantan, pero para responsabilizar a Al Assad, es que los rusos están en el lugar de los hechos entrevistando a testigos y médicos. En realidad, quienes más se adelantan al dictamen internacional son Estados Unidos, Reino Unido y Francia que bombardearon instalaciones del gobierno sirio en represalia por un supuesto ataque químico sin ese dictamen.

    La literalidad y falta de crítica con la que nuestros medios recogen las justificaciones de los gobernantes atacantes son preocupantes. Primeramente las amenazas de Trump son poco justificadas porque defender a Trump no resulta fácil. Eso sí, a Macron y May hay que ponérselo fácil, son nuestros líderes europeos. La explicación del presidente francés sonaba a burla: “Los bombardeos en Siria son un acto de represalia, no un acto de guerra” (El Mundo, 15 de abril). Espero que mi vecino de abajo no tome ninguna represalia por el ruido de anoche que tuve amigos para cenar. Pero es que un bombardeo a alguien que no te ha atacado previamente solo puede ser un acto de guerra o un acto terrorista. La explicación de Theresa May no es menos pintoresca. Se trata de “un ataque limitado y dirigido que no escale las tensiones en la región y que haga todo lo posible para evitar bajas civiles” (ABC, 14 de abril). Al parecer, lanza bombas para rebajar el conflicto. Y aunque, como he dicho antes, lo de bombardear con gas químico a tus ciudadanos no se le vea lógica alguna, según la primera ministra británica es “un patrón de comportamiento persistente” de Al Assad que “continua empleando desde junio de 2017” (20minutos, 14 de abril).

    Y termino con las crónicas de los bombardeos occidentales. Mientras que tras cada ataque de la aviación siria o rusa a campamentos de ISIS nos llegan noticias de decenas de civiles muertos, cuando es Estados Unidos quien bombardea todas las informaciones coinciden en que, tras más de cien misiles, no hay bajas ni daños en la población civil. Incluso en el ataque estadounidense de hace un año, donde dicen que eliminaron el 20% de la fuerza aérea siria, no murió ni un solo soldado sirio (El País, 15 de abril). Ya lo dicen los periódicos, son “bombardeos quirúrgicos”, yo creo que el ejército estadounidense y sus aliados no tienen militares, solo cirujanos. "

    http://blogs.publico.es/otrasmiradas/13298/nuestros-medios-te-explican-el-bombardeo-a-siria/

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